lunes, 12 de abril de 2010

Series que te cambian la vida (I) Sex and the city.


Hay series que están para pasar el rato cuando no tienes nada mejor que ver, algunas son para arrancarte una sonrisa y otras, simplemente, están para cambiarte la vida. Y cuando escribo para cambiarte la vida me refiero a cambiar todo tu concepto sobre la ficción televisiva. Eso es lo que me ha ocurrido con algunas series que iré desgranando en sucesivos posts. Hoy quiero escribir sobre una serie que conmocionó al mundo y que a mí me produjo una adicción difícil de olvidar: Sex and the city (Sexo en Nueva York).



Estrenada en 1998 en la cadena HBO (quién iba a ser) la serie cuenta con unos ingredientes, en teoría, sencillos: cuatro amigas de Nueva York que comparten sus experiencias sobre el inestable mundo de las citas sentimentales en la gran urbe americana por excelencia. Con una idea así parece imposible que durante 6 temporadas se mantenga el interés, el conflicto y la tensión dramática. No sólo lo consiguieron sino que mejoraron la calidad de sus guiones con cada temporada.


Hasta esa fecha las mujeres estaban representadas en la ficción por muchos arquetipos, pero nunca habíamos oído a cuatro amigas hablar en un taxi de sexo anal, del sabor del semen o del multiorgasmo. Temas, entre otros muchos, sobre los que opinaban Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte (las cuatro protagonistas) tomando un cocktail o desayunando en alguna cafetería de Manhattan. Además, se trababa, de cuatro amigas que eran, en principio, muy distintas entre sí: una feminista, una puritana, una promiscua y una adicta al amor.


Uno de los temas recurrentes, además del sexo, eran las citas. Aún me sigo preguntando cómo pudieron escribir tantas y tantas situaciones que se podían dar en una cita y cómo siempre acababan sorprendiendo. A lo largo de los 6 años de emisión de la serie pasaron por allí todos los tipos de hombres imaginables acompañados, como no, de sus respectivas taras sexuales. El que gritaba ¡puta! a Charlotte tras eyacular, el que obligó a Samantha a hacerse una prueba de ETS, el que se duchaba tras llegar al orgasmo … Y así podríamos estar hasta mañana.


Pero no sólo de sexo viven las mujeres urbanitas, así que también se desplegó durante toda la serie la visión del amor de las cuatro protagonistas. Todas, además de ser personas liberadas a nivel sexual, tuvieron grandes e importantes historias de amor. Relaciones, la mayoría, de tira y afloja en cuyo epicentro estaba la gran relación de la serie: Carrie y Mr. Big. Con qué maestría tuvieron a los espectadores jugando a lo largo de las temporadas con una relación que parecía avocada al fracaso pero que te atrapaba desde el principio. Con un trasfondo de comedia romántica, la pareja se convirtió en uno de los principales sellos de la serie, a pesar de que Big (el único error en mi opinión) tenía grandes ausencias a lo largo de las temporadas.


Otro de los muchos encantos de Sex and the city era la voz en off de Carrie. Un recurso que puede resultar muy peligroso desde el punto de vista del guión, ya que puedes contar lo mismo que el espectador está viendo en pantalla. Pero el off de Carrie no es un off cualquiera. Escrito como si fuese la columna semanal de la protagonista principal, es un hilo conductor perfecto para cuadrar el capítulo, dado que en muchas ocasiones las cuatro protagonistas pasaban por una misma situación, pero con perspectivas muy diferentes y el off ayudaba a no dejar puntada sin hilo.

No me cabe duda de que gracias a Sex and the city otras series vinieron detrás. No en vano Marc Cherry dijo que concibió Desperate Housewives como si las cuatro protagonistas de Sex and the City hubiesen encontrado al hombre de sus sueños. Personalmente, echo de menos ese descaro, ese ingenio en los diálogos y sobre todo, esas grandes historias sentimentales que cortas o largas eran un fiel y divertido espejo de la realidad. Puede que nadie se atreva a escribir una serie como Sex and the city o puede que, simplemente, nadie sepa hacer algo con semejante calidad televisiva.

2 comentarios:

  1. si señor,una gran serie...quien nos iba a decir hace apenas un año, que inagurarias tu blog con un post de Sex an the City; Algun dia me haras caso, veras Lost y quien sabe, igual acabamos con un blog monografico de la serie...Kisses & good luck

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  2. Es que lo que aún no entiendo es cómo he podido vivir en ver esta GRAN serie. qué pena me dan todos aquellos que viven en la ignorancia de esta gran historia (hasta la fecha irrepetible).

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